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domingo, 14 de febrero de 2016

CIBERTIDÍSIMO



-¿Qué piensas de la fidelidad?
Mierda. Otro fáquer
Mis dedos teclean la respuesta tipo. Al menos, físicamente parece estar bien (ya sé que las fotos engañan). Y todavía no está confirmado que tenga por cerebro un Arkanoid. 

¿Cuánto mides? Entro en esta espiral de preguntas idiotas para ver si me son devueltas.
-Uno setenta.
Mierda. 
¿Te gusta leer? Sin más. Ójala entienda por leer algo más que ojear etiquetas de champú mientras evacúa. Para dejarlo claro, lo escribo seguido de un jajajjajajja.
-CLARO. Leo mucho.
¿A Selligman? ¿Chomsky? ¿Perls? Que le suene el último, sería nivel premium. Escribo.
Lee. No contesta. Los está buscando en Google. 
Mierda. Al menos Chomsky, tío...
Pasamos a los mensajes de voz para acompañar el calor de agosto.
Incluso tiene un otoño, pensé.
Primer intento: Un círculo de aproximación a tomar por culo. 
Éste al mes te está eructando en la cara, con mucho amor, eso sí. Y para acabar de arreglarlo te dice que no te queda bien el rojo. Ole sus huevos. Casanova ha resucitado.

Superado el choque y pensando que quizá soy demasiado exigente, 
insisto en darle una segunda oportunidad al desencanto.

-...Porque tú eres como yo. Un tío sencillo. De la calle. De barrio...
Te va a encantar:  iremos, veremos, cenaremos, comeremos, beberemos,... 
Demasiado imperativo amable. No, gracias.
En mi barrio somos más de educación. Pero también
somos muy hijosdeputa, y cuando alguno se va a dar una hostia contra la pared, a veces somos tan cabrones que no avisamos al incauto y miramos cómo se la pega.
En lugar de todo esto dije: Bla bla bla... el teatro... bla bla bla-intentando escapar de aquella última escena-.
-Podríamos ir al teatro el fin de semana que viene.
Vale. Y así comento con mi ex qué tal la obra si es que tengo la suerte de encontrármelo sentado con alguna en la fila de atrás.
Es más, si voy contigo, acabaría sentada al lado de ellos.
Me despedí con algo así como un hablamos o nos vemos.

En mi barrio no es piropo 
decir qué manos más grandes tienes,
ni siquiera a la abuela de Caperucita. 
Ni siquiera a mí, que soy la que, en realidad,
mide uno setenta.





sábado, 2 de enero de 2016

MATAR EL TIEMPO

Una nueva noria de casi cuatro centenas de días. 
A propósito de mis propósitos:
Otro enero en el que seré incapaz
de pasar el quitanieves eficazmente por tu recuerdo
y la escarcha que me regala tu ausencia.

En febrero mi aniversario:
volveré a sentirme vieja y muerta 
pensando en los años
a medias cumplidos, a medias vividos.

En marzo otra primavera que no florecerá
porque ya no me regalas ramos de risas.

Abril perpetuo. Seguirá lloviendo.

El puente de mayo,
lo usaré para pasear por nuestras fotos
que todavía no he logrado deshechar.

Y junio, Alicante. Y darle baños de sol a este corazón
discapacitado para entrar en calor. 

Julio es él. Pecado y penitencia juntos.

Las tormentas de verano en agosto martillearán mi alma
para recordarme que fui yo quien provocó nuestra tempestad.
Y ya nunca más habrá calma.

En septiembre compraré nuevo material escolar para
seguir pintando de sueños probables tus/ mis huecos grises.

Octubre para empezar a barrer mis hojas caídas y encontrar tu maldita inicial de nuevo
entre mis basuras- que no quiero reciclar.

Noviembre tú.

Y en diciembre otra nueva vuelta;
esta ruina circular se vestirá de gala
para seguir  matando relojes
y aniquilarme con deseos imposibles.





viernes, 25 de septiembre de 2015

RESPUESTA

Yo que esperaba que tras otro medio siglo
acabara la contienda.
Que sólo mis escudos y armaduras
se fundirían con otra ocupación americana.
Pero por el pasillo de mi oscuridad
la naturalidad y lo agradable 
se hicieron camino.
Entregué las armas.

Y volvió la fiesta de mariposas
en el estómago,
la risa tonta sin motivos,
la espera de un mensaje,
la revuelta de celos absurdos
y el funambulismo del sin sentido.

Y otras canciones me bailaron la piel.
Y otras letras me atravesaron en dos.
Y el aferrarme a la cuerda de la razón
de nada sirvió ,
para entender esta locura
de la que huyo despavorida
sin comprender muy bien 
que estoy corriendo en círculos.